Daila lleva años avanzando ciegamente, como si tuviese activado un piloto automático que le impide frenar y sentir. Iván se camufla detrás del humor, y no quiere reconocer todo lo que no ha hecho por pura cobardía. Diego tiene miedo de perder a Martín, ya que el futuro para ellos nunca estará asegurado. Olivia, a pesar de todo, no quiere olvidar a Jimena, y se esfuerza todos los días por no permitirle a ella pasar página. El último año de carrera pondrá en valor todo lo que ellos siempre han sido, y les obligará a comprender, juntos, quiénes son por separado.