- Vete a la mierda entonces, ya me tienes cansado de todas tus estupideces que haces. Fueron las palabras que hicieron sangrar miles de rosas rojas, les quitaste el color, en unos segundos de lectura. Mi pecho se contrajo y mi cuerpo comenzó a temblar, mi corazón dejó de latir por un rato y mi respiración se cortó. Yo de verdad quería mejorar, quería cambiar por nosotros. Lo siento, Hugo.All Rights Reserved
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