La ley de las segundas citas
  • Reads 266
  • Votes 16
  • Parts 14
  • Reads 266
  • Votes 16
  • Parts 14
Ongoing, First published Aug 06, 2022
¿Y si te dijera que es posible evitar que te rompan el corazón?

Tengo una teoría. 

Creo firmemente en que puedes conocer a una persona en dos citas. No necesitas más. 
Desde la segunda, puedes saber si de verdad esa relación esta destinada a triunfar o fracasar. ¿Que cómo lo sé?
Por qué tengo una investigación de carácter experimental que lo comprueba. 
Expondré cada uno de los chicos con los que salí, únicamente para demostrar que esta teoría es más una ley. 
La ley de las segundas citas.
All Rights Reserved
Sign up to add La ley de las segundas citas to your library and receive updates
or
#12segundas
Content Guidelines
You may also like
You may also like
Slide 1 of 10
Ahora déjame flecharte cover
Déjate querer. #LDAW2018 cover
Las historias de amor perfectas sólo existen en los cuentos de hadas cover
Reencuentro/Clexa/Elycia (Terminada) cover
Pocas veces es para siempre cover
¿QUIEN ES? cover
Darse Otra Oportunidad No Está Mal  cover
Regresa a Mi (Mafia Marshall VII) cover
Casada a la fuerza 2da temporada  cover
Mi segunda oportunidad, eres tú. cover

Ahora déjame flecharte

62 parts Complete

Fléchame #2 ¿Quién diría que había logrado conquistar al chico más terco del universo?, ¿por qué sigue insistiendo tanto?, ¿es que acaso no le bastó con darse cuenta del asco de persona que soy?, ¿por qué se empeña en hacerme más difícil el intentar alejarme de él? Pero lo peor es que soy consciente de cómo voy cediendo poco a poco, y de cómo mientras más intento convencerme de que estoy haciendo lo correcto, más dudo de ello. ¿Y si realmente no le importa lo que hice con él?, ¿cuál es el problema, entonces? Y es ahí cuando mi parte racional comienza a funcionar de nuevo. El problema es que no me ve como su amiga. El problema es que ha comenzado a metérseme en la cabeza que quizás podría darme la oportunidad de enamorarme de él. Y eso es lo que no puedo permitirme. Por él, y por mí. Así que es así de sencillo: o mi amistad o nada. Pero al parecer los dos somos lo bastante tercos como para que ninguno esté dispuesto a aceptar las condiciones del otro y también lo suficientemente listos como para saber que tarde o temprano uno de los dos va a tener que rendirse. Y tengo una pequeña desventaja: que mientras por el bien de todos intento mantenerme firme en mi posición, tal vez en secreto estoy deseando ser yo quien caiga primero.