Una noche, creía que una noche era todo lo que necesitaba para hacerla caer. Lo que no tenía en cuenta es que era él quien caería sin darse si quiera cuenta. Porque a veces las almas gemelas resultan ser polos opuestos. Porque el amor es como el fuego de la misma manera que se enciende, se apaga. Pero siempre quedan cenizas. -Nunca podré mirarte y no sentir nada.