Alice Jones: 17 años. Conocida alrededor de la ciudad por ser hija del famoso empresario Robert Jones y de la diseñadora de vestidos de novias llamada Christie White. Es gracias a estos dos apellidos que se encuentra estudiando en el instituto más prestigioso de la ciudad donde si no tienes un apellido importante, no eres aceptado.
Pero a pesar de vivir en la residencia más lujosa, tener los autos más costosos, usar ropa de marca, Alice no se considera feliz. Porque ella puede tenerlo todo, con respecto a lo material, pero lo único que quiere es tener algo que para ella es más importante: Una familia feliz.
Sus padres, además de que nunca están en casa debido al trabajo, están constantemente discutiendo. Por cualquier tontería. La única persona que siempre está ahí para ella es la ama de llaves de la mansión, que es como su segunda madre. Es la persona que la mantiene con los pies en la tierra.
Scott Evans: 19 años. Vive con su madre y su hermano menor de 12 años en un pequeño barrio donde si no eres drogadicto o delincuente, eres básicamente nadie. Scott ha comenzado a robar desde los 11 años, desde discos de Dvds hasta entrar a las tiendas.
Scott ha pasado por dos etapas en su vida las cuales lo volvieron un chico completamente diferente: Una, el asesinato de su padre cuando tenía sólo 9 años. Dos, el asesinato de su hermano mayor cuando tenía 14.
Él sabe perfectamente quién es el responsable de esos dos asesinatos que lo volvieron un ser oscuro. Es por eso, que desde entonces, Scott ha estado planeando cómo encontrarlo para matarlo con sus propias manos y así vengar la muerte de su padre y su hermano.
Lo que no sabía Scott, era que se enamoraría de la hija de Robert Jones, el asesino que tanto había estado buscando...
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.