Estás a punto de leer un poemario que, a lomos del silencio, ha cabalgado por las fatigadas praderas de la noche; que con lágrimas ha intentado borrarse tantas veces, sin saber, o quizá sabiendo, que la tinta, cuando es "color soledad", es indeleble; porque cada letra es un suspiro, una grieta que conforma ese vacío insaciable; ese dolor incurable. Este poemario te recordará, de principio a fin, esa "Soledad" que tiene un nombre; uno que tan solo tú conoces.