En La Oscuridad

La vida de cualquier persona puede cambiar en segundos y simplemente llegar a un punto sin retorno.

La muerte de un familiar importante puede llevarte al borde de un abismo.

Y así me pasó a mí. Perdí a mi hermana cuando aún éramos unos niños pequeños. Nunca imaginé una vida sin ella. Ella me prometió que estaría conmigo por siempre, pero ahora solo la veo en los sueños, aunque la mayoría del tiempo termina volviéndose pesadillas.

Ha pasado tiempo, pero aún me persiguen como un cazador a su presa. Desde ese día no he pasado ni un segundo en el que pueda olvidar su rostro, su sonrisa, su voz, su cuerpo tirado en el piso desangrándose y la culpa por no poderla salvar de aquel monstruo que la atormentaba.

Ya casi diez años desde aquel día y el monstruo que le hizo eso a mi hermana no ha salido a la luz. Eso me ha llevado a estar desde hace mucho tiempo. En La Oscuridad.