Jennie alquila una casa de vacaciones en el sur de Francia. Tras años de duro trabajo y un matrimonio fallido en Corea, busca un poco de paz y tranquilidad. A Lisa le encantan las mujeres, su perro y la jardinería. Cuando conoce a su nueva inquilina para el verano, resulta difícil cuando esa inquilina resulta ser todo lo que ella siempre quiso y más. A medida que el tiempo pasa y los límites se difuminan, el momento del adiós se hace inevitable. Jennie no busca un nuevo amor, y menos en forma de mujer y Lisa no desea que le vuelvan a romper el corazón. ¿Es posible encontrar un hogar en un lugar en el que nunca se ha estado? ¿Y merece la pena el riesgo de dejarlo todo por alguien que acaba de conocer? Dicen que el hogar está donde está el corazón...