Suelen decir que la vida está llena de primeras veces, y es cierto: la primera mirada, la primera conversación, la primera risa, la primera lágrima, el primer beso... Pero también suelen decir que no son siempre esas primeras veces las que te marcan, pues existen terceras, cuartas o décimas veces que significan más que aquella primera vez.
Y, si no os lo creéis, conoced a Lena y Liam, dos jóvenes que comparten un pasado no tan lejano y los cuales, tras reencontrarse después de años, no son capaces de olvidar que en su día se prometieron compartir todas sus futuras primeras veces, dado que descubrieron que pese a vivirlas con otras personas, ninguna son como las que comparten.
Conoce a Lena, la chica de las converse, los bocetos y los ojos de color Coca-cola, y a Liam, al joven lector de ojos azules que sueña con las estrellas, en esta novela de romance juvenil y descubrimiento y aceptación personal.
El primer día de instituto, a sus doce años, Paola no imaginó que conocería a la persona más importante de su vida. Dylan apareció en su camino con una sonrisa tímida y un asiento vacío a su lado, sin saber que ese simple gesto los uniría para siempre. Desde entonces, fueron inseparables.
Dylan estuvo ahí en cada risa compartida, en cada lágrima derramada y en cada historia de amor fallida que Paola le confiaba sin reservas. Para ella, él era su mejor amigo, su refugio, su constante. Pero para Dylan, ella era mucho más. Siempre lo había sido.
Entre errores, silencios y segundas oportunidades, Paola deberá enfrentarse a sus propios sentimientos antes de que el destino les juegue en contra. Porque hay amores que llegan con estruendo y otros que, como un susurro, tardan en ser escuchados.
Una historia sobre la amistad, el amor y la valentía de reconocer lo que siempre estuvo ahi.
Porque vamos a admitir, todas alguna vez hemos sentido lo mismo por nuestro mejor amigo, al menos, una mínima confusión.