Acabas de comenzar tu primer año de universidad y nunca habías estado tan emocionada. Tantas cosas nuevas por aprender, gente por conocer y experiencias por vivir. Sin embargo, tu mente pierde la concentración en los estudios al instante en el que tu profesor de física ingresa en tu día a día. Él tan distante, elegante y serio, y tú, tan novata y con miles de fantasías por cumplir.