Los amigos también te rompen el corazón

Crecer no es como idealizamos cuando somos niños. Crecer implica salir del mundo del fantasía, para enfrentarse al mundo real; lleno de personas que pueden ser buenas, aquellas que te guían y te enseñan los lados bonitos de la vida, que te aconsejan con amor y te ayudan a aprender tanto, pero al mismo tiempo, hay personas crueles, que te lastiman y dejan cicatrices para toda la vida, que irónicamente también te hacen aprender solo que lo hacen a través de un proceso doloroso.