Libro 2: La obsesión también es una condena. Meses han pasado desde el último avistamiento de Iris Ferrari. El General se encuentra desesperado por hallarla para que la organización no se le venga abajo. Salió a la luz un gran error clandestino entre dos personas de mundos distintos. Por su parte, Drake se encuentra entre la espada y la pared por la boda que se avecina, ya que ciertamente no ha dejado de pensar en los ojos grises que rondan en su cabeza. Tiene muchas dudas sin resolver, al igual que los sentimientos que trata de hacer polvo, pero mientras mas los contiene, se vuelven mas opresivos. Una mentira y tres traiciones. Las puertas del infierno han sido cerradas con su ultimo invitado al juego. Las cartas se han extendido sobre la mesa y las barajas de cada quien ya han sido completadas, sin embargo presienten a un joker entre ellos. Bien sabemos que los ojos del duque están puestos sobre su duquesa, quien mantiene cautiva en su castillo, vigilando cada uno de sus movimientos. Sabe que no puede meterse a su cabeza para dar un vistazo a sus pensamientos mas escondidos, y lo que lo tiene tan intrigado es lo que pueda estar tramando. ¿Venganza o rendición? Un dilema que no lo deja dormir por las noches. La tiene como tanto anhelaba, pero no como el quería. El sabe que esta ahí a la fuerza y no por voluntad, aunque ella haya subido a ese auto aquel día por su cuenta. ¿Que sera lo que estará tramando nuestra bella duquesa? ¿Seguirá pensando en el agente o habrá tomado el camino negro que incita su interior que siga? Ella renuncio al juego, pero aun puede avanzar con su otra cara. Ya cuenta con una maldad innata y nadie puede llegar a su peor versión si ya permanece usándola, pero... ¿Podría llegar a lograrlo? Alguno que otro tal vez se arrepienta de sus decisiones, otros estén por cometer grandes equivocaciones, otros esperando su momento, sin embargo lo que todos tienen en común es que solo buscan una cosa. Venganza.