Arcadio etiquetaba su vida cerca de lo normal, hasta el día que se vio envuelto en un escenario donde nunca pidió estar. Siendo testigo de lo que las personas categorizaban imposible y absurdo; fue obligado a vivirlo con el objetivo de recuperar todo lo que incluía su vida, poniendo en riesgo así su propia existencia y la de su mejor amigo Damián. Ninguno de los dos planeó que su búsqueda iba a incluir una compañía poco placentera e insegura pero necesaria para encontrar lo que ambos con desesperación tratarían de traer nuevamente al hogar de Arcadio. Sin embargo, la presencia de seres desconocidos y peligrosos no dejarían que cumplieran su objetivo tan fácilmente.