Cuenta la experiencia que la vida es algo más que un puñado de intenciones, de besos, de explicaciones, de sueños, de creencias, de fe, de largas esperas, de momentos únicos en la terraza de cualquier bar, en Madrid.
Cuenta la experiencia que la vida es mucho más que amarse a escondidas y mucho menos que sufrir en voz muy baja.
El día que decidí marcharme del único lugar que conocía en el mundo, todo lo que sentía que me presionaba el alma y la libertad, desapareció. Así, sin más, como cuando luchas incansablemente por algo que jamás consigues. Es una sensación bastante extraña en realidad, de un segundo a otro, la frustración desaparece. Pero lo hace de verdad, sin dejar ningún sabor a ello en toda tu boca y te empieza a embargar, sin saber porque, un sentimiento de serenidad, de desasosiego, de paz. Respiras diferente, como si te hubieras liberado de una carga que solo tu cabeza ha sembrado en toda tu esencia, en todo lo que eres, en todo en lo que te has convertido día a día, minuto a minuto, segundo a segundo.
El día que aposté solo por un cambio, aunque fuera descomunal; ese día, nació una nueva Jacqueline Hall, una que no tenía porque dar ningún tipo de explicación a nadie. Una que, siendo sinceros, no hizo más que huir del dolor, de la incomprensión y de la muerte de su padre; una que corrió hasta quedarse sin una pizca de oxígeno en sus pulmones, por tal, de que sus recuerdos se quedaran allí, en aquel pueblo y no la persiguieran, jamás.
[LIBRO 1]
No respires cerca de él.
No lo mires a los ojos.
No le preguntes por su collar.
No busques las razones.
Es él, la imagen de la perfección manchada en sangre.
Tu sangre.
Obra original, todos los derechos reservados.