-Desde el primer día que te vi, joder, sabía que eras tú. Sabía que jamás me arrepentiría de haberte encontrado, de haberlo dado todo por ti -me sostuvo la mano aún temblorosa. Bajé la mirada sin poder aguantar las lágrimas. -Mírame Ali -me cogió del mentón intentando sostener mi rostro entre sus dedos. Su voz era débil -. Aunque nuestro final no sea el que te esperabas, aunque aún te cueste creerlo, quiero que sepas que eres la mujer de mi vida. Te quiero más de lo que me he querido a mí, y eso no cambiará nunca - me miró con los ojos rojos intentando formar una sonrisa -. Me has hecho la persona más afortunada todo este tiempo. Lo miré con un nudo en la garganta, intentando hacerme creer que aquello era solo una pesadilla. -Sé que encontrarás a alguien... -No quiero encontrar a nadie - le interrumpí con la voz ahogada por la pena -. Te quiero a ti. Sus ojos parpadeaban lentamente mientras miles de lágrimas deslizaban por su rostro. Mi mandíbula comenzó a temblar. -Sé feliz Alia, hazlo por mí. ____________________________________ La historia es mía, por lo que queda prohibido hacer adaptación o copia. Todos los derechos son míos.