Sólo un año

-Ángela, ¿tienes ya todas tus cosas empacadas?- Sé que voy a recibir un maldito discurso si no respondo, pero no lo hago de todos modos.
-¿Tienes idea de cuántas jóvenes querrían estar en tu lugar? Y tú aquí, quejándote de poder conocer medio mundo, culturas y aprender varios idiomas y...- Mi celular, sin dudas, es más interesante que este discurso así que sólo ignoro a mi padre y de vez cuando interrumpo para preguntar si ya terminó, pero él sigue hablando como si de eso dependiera su vida.

Y aquí vamos de nuevo, no hacía falta ver mi cara de fastidio ni mis muecas de aburrimiento para saber que esto ya lo había hecho mil veces. Pero aquí estoy, montada en el avión sin saber lo que me espera en una nueva ciudad de un nuevo país, sólo un año.