El empresario millonario Kinn Anakinn no dejaba de repetirse que el tentador Porsche Pitchaya no era más que un joven rico y malcriado, acostumbrado a que cualquiera cayera rendido a sus pies. Sin embargo, cuando se encontró en peligro, Kinn lo ayudó y accedió a hacerse pasar por su prometido para tranquilizar a su abuelo. De pronto, se dio cuenta de que pasaba con él las veinticuatro horas del día y eso suponía demasiado esfuerzo para no caer en la tentación. En solo un par de semanas su falso noviazgo habría acabado y Porsche lo olvidaría. ¿O no? Él jamás caería en la tentación... ¿O sí?
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