A Aylan le gustaban muchas cosas. Le gustaban las mentas de café, aunque su madre le dijera que le dejaba un extraño olor. Le gustaban las películas y series infantiles, aunque provocara en ocasiones las burlas de sus primos. Le gustaba dibujar, aunque lo hiciera fatal. Y le gustaba Harriet, aunque no sabe si solo le gusta y ya o es algo más.