The Last Place To Die

Correr mientras ellos no me vean; mirar en todas las
direcciones posibles y en pensar en todas las opciones posibles mientras espero
que ellos no me atrapen.

Si observo a cualquier lado puedo verlos…

Sus cuerpos carcomidos, putrefactos, sin movimientos
concientes, caminando de un lado a otro con esos ojos vidriosos que no pueden
ver más allá de una nebulosa pero sí pueden olernos; huelen el miedo que emana
de nuestro interior, ese miedo que nos hace reaccionar y nos invita a
sobrevivir. Apocalipsis, ahora.