Los hombres del fin del mundo

En el 2004, cuando varios huracanes como el Ophelia, Stan, Wilma, Katrina, uno tras de otro, azotan el sur de los Estados Unidos, como si sobre ese territorio hubiese llovido una maldición, la humanidad empieza a preocuparse por los cambios climáticos tan intempestivos a lo largo del planeta y la repercusión sobre la vida misma, pues la estela de muertos parece interminable. Sin embargo, es el tsunami del pacífico, de proporciones apocalípticas, al arrasar varias costas de más de cinco países en el Océano Índico, el fenómeno que alerta al mundo sobre las probabilidades catastróficas naturales y la extinción de la humanidad.

Pero todo eso no es más que el inicio de un cataclismo que pondrá fin a toda forma de vida, que reventará la tierra como si esta fuera un globo, si no se descifran las claves de ciertos textos del cristianismo primitivo y la huella de tribus ancestrales que conocen el origen del universo. Y los únicos que parecen saberlo son un antropólogo, dado su descubrimiento en la Formación Morrison de Nuevo México en 1999, y los líderes de una antigua población indígena que habitan la Sierra Nevada de Santa Marta, en Colombia.