La princesa y el Fresno de Oro

Viaje de una princesa que debe atravesar un mundo de fantasía lleno de peligros. Este viaje introspectivo la cambiará para bien o para mal.

Creo que este cuento es un intento de replicar esas historias como la de Perseo, Ícaro, Narciso, Psique... De alguna forma es un homenaje a los mitos griegos. Siempre me gustaron por ser historias con una especie de poder y belleza inmortales, al igual que los dioses que aparecen ellas. Yo soy de los que piensan que las narraciones tienen algo para decir. Por más que el autor no haya escrito con esa intención, pienso que el lector siempre podrá aprender algo de toda historia. Incluso sobre las más banales. Y creo que la intencionalidad del mito era, de alguna manera, inmortalizar el mensaje que se quería dar: mostrarnos quiénes son nuestros héroes, sus virtudes, sus falencias, enseñarnos sobre la egolatría, la vanidad, el amor, la muerte, la esperanza... Y que esas historias se quedaran con nosotros para siempre. Lo consiguieron.

Si les soy sincero, casi siempre busco dar un mensaje en mis historias. Creo que en esta, empecé queriendo hablar sobre la belleza y la inocencia, pero a medida que escribía me tropezaba sin buscarlo con otros temas: la memoria (que creo que terminó siendo el principal), la perseverancia, la corrupción, la identidad... Es lo que pasa cuando escribes. Nunca sabes a qué te llevan en realidad tus propios personajes y eso es lo más bello del proceso. Bueno, dejaré que descubran por ustedes mismos lo que tenga para decirles la Princesa y el Fresno de Oro. Un saludo.

Kicha