Los secretos habían sido revelados hace tres años. Las máscaras habían caído mostrando la verdadera naturaleza. Las cicatrices parecían estar frescas aún, los recuerdos eran aquel golpe del día a día de ambos. La dama de la justicia había sido ultrajada y destruida. El hombre de ambición dejó atrás sus seudónimos y dejó a la luz su verdadera personalidad.