Viajando línea arriba y línea abajo por el tiempo, Chang Kyun y Ho Seok hacían equilibrios sobre el delgado hilo entre ser uno de los comandos más eficientes del Clan y ser el que más problemas causaba.
En la casa de Chang Kyun había una ventana que no cerraba y por la que Ho Seok aprovechaba para colarse, con la intención de meterse en su cuarto y acaparar su sofá.
Chang Kyun solía decir que lo odiaba, pero hay mentiras que por mucho que se repitan no terminan por convertirse en verdad.
Capítulos sueltos de un verano que Im Chang Kyun y Lee Ho Seok pasaron juntos.