El destino... tan cruel algunas veces, tan despiadado. Aunque otros le llaman una mala pasada de la vida. Otros mala suerte. Otros hasta optaron por llamarla "voluntad divina". No sabían bien que era lo que decidió cambiar todos los planes que tenian, de repente. O quien con una fuerza mayor, pensó que seria buena idea separar a dos personas que en serio se amaban para siempre. Dejar a la mitad la que era la pintura más importante de todas, la pintura de su vida juntos. Esa pintura que estaba siendo pintada con tanta delicadeza y amor. La cual tenía trasos demasiado suaves, casi imperceptibles para las personas que no sabían de arte realmente. Hecha en el más tierno lienzo, solo para que todo sea hecho con amor, delicadeza, comprensión y ayuda mutua. Solo para que un día cualquiera todo acabase en un segundo, un segundo de mala suerte que arruinó sus vidas para siempre. El segundo que rompió los pinceles, el lienzo, rayó con fuerza cada pincelada que habían logrado dar con el tiempo y para finalmente, tirar a la basura todo el futuro que tenían juntos. Cerrando cualquier oportunidad y dejando desconcertada a una persona, llevandose a su otra mitad. Su alma gemela.