Harry y Louis se odian, pero sienten una sensación extraña cuando están cerca el uno del otro. Aunque se caigan mal (muy mal...), por alguna razón existe esa sensación. Además, disfrutan con su juego continuo de poner nervioso al otro. ¿Y si realmente no se odian tanto como ellos mismos creen? • ──────────── • -Esto no se va a quedar así, eh, falditas -dijo Louis mirando a Harry. -Claro que no. -Se rio y se acercó más a Louis, hasta llegar a su oído-. Porque, aunque no lo admitas, sé que deseas que te coma la polla, Louis -le susurró lentamente.