Hace veinte años, confirmó su apariencia; un psicópata. El cual acabaría siendo el mayor asesino de las últimas décadas, destacando en la materia por su genialidad. Una noche desapareció misteriosamente, revelándole a un niño cualquiera su silueta, acompañada de una nota, la cuál avisaba al menor de lo que le aguardaba; la continuación del legado. Lo que él no esperaba, era que el niño no se convertiría en un asesino, siguiendo con lo previsto, si no en un adolescente mucho más inteligente. Uno que, dejándose llevar por la locura, aceptaría jugar al juego que traería consigo el sufrimiento y la muerte de muchas personas queridas. Un juego en el que, finalmente, se decidirá quién de los dos es más astuto: el psicópata que resultó ser el primer genio asesino en décadas, consiguiendo no ser visto durante tantos años, o un simple adolescente, obsesionado con el pasado oscuro del genio, el cual contaba con una condición que le hacía ser superior a cualquier otro.