Aunque contaba con siglos de existencia, Anya, la diosa de la Anarquía, no había conocido el placer hasta que cruzó caminos con Hoseok, la encarnación de la Muerte. Un guerrero condenado a llevar las almas de los perecidos al Más Allá durante toda la eternidad. Él la atraía como ningún otro, y Anya está dispuesta a arriesgar cualquier cosa con tal de poseerlo.