Mis manos ardían alrededor de mi espalda, sentía que mis párpados caían y mi cabeza estallaba. Mi pelo caía enredado sobre mi rostro impidiéndome ver con claridad, pero lo suficiente como para verlo de nuevo. - Déjame… -sollocé cerrando mis ojos fuertemente -¿Qué es lo que quieres de mí? –mi pecho subía y bajaba agitado notando que mi pulso se aceleraba. Sus pasos retumbaron en la vacía habitación. Sus botas negras parecían aplastar el suelo con fiereza queriendo partirlo en dos. A través de los mechones castaños que tapaban la mitad de mi campo visual divisé su mano acercarse a mi barbilla. -¡¡No!! –chillé -¡¡Suéltame!! ¡Ayuda! –mis ojos volvieron a cerrarse fuertemente mientras me sacudía de un lado a otro sin la posibilidad de mover mi cuerpo un centímetro. Escuché la puerta de la sala abrirse y un pinchazo en mi cuello. - Sh…tranquila señorita Thompson… -la voz femenina dulce dejaba de escucharse con nitidez. Mis músculos comenzaron a relajarse. Sabía lo que ocurriría a continuación y eso…es lo que más miedo me daba. Portada: SrtaMalikAll Rights Reserved