1973. Cuando de no ser pecado, era enfermedad, se nos condenaba como si del peor delito se tratase. ¿Por qué tenía que conocerle de una manera tan ordinaria? ¿Por qué tenía que terminar de una manera cruel? ¿Por qué si me enamoré de alguien que correspondía a mis sentimientos, no fui feliz? No lo sé. Pero a pesar de todas las dudas, inconvenientes, desacuerdos, peleas y de más, que existieron. Jamás me arrepentiré de haberme enamorado de aquel hombre. Porque aunque ante los ojos ajenos lo nuestro no parecía ser muy normal, la atracción existente entre nosotros me generaba algo, mis palabras se veían limitadas a la hora de expresar lo que en serio sentía al estar con él, ya que no existía palabra alguna para describir ese sentir. Para mí, él era lo más maravilloso que me pudo haber pasado. Enamorarme de él, fue lo mejor que pude haber hecho en mi vida.All Rights Reserved
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