Bruce está cansado de que sus sueños húmedos queden solo en eso, en sueños. En cada oportunidad que se le ofrecía para poder conversar con Clark sobre el asunto eran en vano por su cobardía. Pero todo cambia una noche, cuando ambos deben asistir a una celebración por la apertura del nuevo museo de Gotham, lo que lo llevará a reencontrarse con su antigua pareja: Selina Kyle, ocasionando que se emborrache y sea capaz de liberar sus más grandes fetiches delante de su novio, su mejor amigo: Harvey Dent y obviamente cómo principal espectadora a Salina, además de dejar atónitos ha todos los presentes.