Un amor tan fuerte como el acero

Bakugo no fue el único matón que tuvo Izuku. Lo atormentaba una chica delincuente de hierro, cabello plateado y dientes de tiburón. Después de un evento extraño en el parque, nunca volvió a ver a la chica... hasta que la ve en la UA. Después de encontrarla nuevamente en el parque, los viejos sentimientos comienzan a resurgir. ¿Es fácil perdonar y amar, o las acciones hablan más que las palabras?