Zhan-Todo sucedió hace muchos años, tal vez siglos, ha pasado tanto tiempo que he olvidado desde cuándo estoy en la tierra, les contaré cómo llegué hacer esto que hoy soy.
--En ese tiempo hubo seres que estaban acabando con ciudades enteras, eran seres oscuros fríos y muchos de los que habían logrado escapar de ellos decían que eran totalmente hermosos, primero empezaron por desaparecer vagabundos, borrachos y damiselas dedicadas a lo que hoy es conocido como prostitución, ya era común encontrar cuerpos totalmente sin una gota de sangre, la gente empezaba a preocuparse y a vivir en constante miedo, los más vulnerables como lo era mi familia y la de muchos más que vivian en la pobreza. Como era de esperarse el día llegó, todos corrían a buscar un refugió, muchos cuerpos tirados ya sin rastros de vida, mi familia que constaba de mis dos padres, mi hermana menor y yo, estábamos aterrados, los gritos eran desgarradores, pensábamos que si no hacíamos ruido no nos encontrarían, error ellos detectaban la sangre y lograban escuchar cada latido de nuestro corazón, cosa que supe mucho después.
La puerta de mi casa se abrió de un golpe la silueta de dos personas se lograba ver, mis padres se arrodillaron ante ellos pidiendo clemencia, algo inútil para uno de ellos que sin tener piedad tomo primero a mi padre y mordió su cuello, mi madre y hermana gritaban de miedo al ver cómo lentamente se iba la vida de mi padre, después el mismo hombre tomo a mi madre e hizo lo mismo, yo trate de cubrirle los ojos a mi hermana que para ese momento ya estaba en shock, de repente sentí una mirada fría que me observaba desde el momento en que entraron, se trataba del otro sujeto, alto, delgado y en efecto hermoso, él se fue acercando a mi quitándome a mi hermana, su mirada era penetrante y me provocaba un inmenso miedo, aún así no lo demostré, escuché el último grito de mi hermana, sabía que el siguiente sería yo___
Yibo- Sería un total desperdicio que
Unas horas antes todo se encontraba magnífico, era un día particularmente eufórico debido a el hermoso festival que se esperaba con ansias en todo el imperio, aunque en ese momento nadie contaba con la catástrofe que se avecinaba, ese cálido día lleno de alegría se torno frío y plagado de dolor y gritos que no discriminaron ni edades ni estatus, su emperador estaba apunto de perder cabeza, pidiendo clemencia soltó una pequeña frase que todos hubieran deseado que se quedará arraigada a su garganta "pida lo que sea, se lo concederé" entre la mirada llena sorna de aquel frívolo hombre, todos nos limitamos a escuchar con cuerpos temblorosos, ojos llorosos y cuerdas vocales prácticamente desgarradas "¿Tienes algo que realmente valga? ¿Hmmm?" no esperaba nada, era igual que un delfín, jugaba con su presa en sus momentos de agonía, "la mano de mi hija, eso definitivamente es lo más importante que tengo, para mí tiene incluso más valor que lo siete imperios" estábamos atentos a lo anteriormente dicho pero sabíamos que jamás aceptaría ¿Verdad? Una carcajada escalofriante salió de su boca sin pudor alguno dejándonos atónitos "acabas de salvar tu cuello" fue lo último que dijo entre risitas descabelladas antes de irse dejando en ruinas el reino y nuestros corazones, la primera princesa, la princesa heredera, estaba destinada a ser entregada en manos del mayor enemigo del imperio, pero no estaba dispuesta a terminar todo solo por eso, al menos con ella no sería tan fácil "obtener mi cuerpo no significa obtener mi corazón"