Matrhrir, un mundo mágico nacido de los dioses primordiales, era un refugio de vida y armonía, sustentado por una energía esencial conocida como Motu Proprio. Esta fuerza conectaba a todos los seres vivos, permitiéndoles moldear la realidad según su voluntad. Sin embargo, la paz se vio amenazada cuando criaturas del Vacío, una dimensión caótica, comenzaron a invadir Matrhrir, arrasando con todo a su paso.
Para defender su creación, los dioses crearon a los Apóstoles, los primeros humanos, bendecidos con habilidades extraordinarias y un vínculo único con el Motu Proprio. Su misión era cerrar los portales del Vacío, proteger la vida y guiar la evolución del mundo. Sin embargo, el Motu no era una energía fácil de dominar. Su voluntad era impredecible y solo aquellos que demostraban un entendimiento profundo de la vida y la voluntad de Matrhrir podían acceder a su poder.
Cuando las criaturas del Vacío atacaron, los Apóstoles lucharon en una batalla brutal por la supervivencia de Matrhrir. Cada enfrentamiento era una prueba de sacrificio y resistencia, y aunque las fuerzas del Vacío corrompieron el Motu en su contra, los Apóstoles lograron sellar los portales y expulsar a los invasores, aunque a un alto costo: muchos murieron, y el mundo quedó marcado por cicatrices irreparables.
La batalla, conocida como la Gran Guerra del Año Estoico 0, dejó a Matrhrir en ruinas, pero también transformó la energía del Motu Proprio. La energía liberada durante la guerra permitió que todos los seres vivos de Matrhrir, no solo los Apóstoles, pudieran acceder a la fuerza del Motu. Las criaturas mutaron y nuevas razas nacieron, adaptándose a la nueva realidad del mundo.
Con el Motu Proprio extendido, Matrhrir entró en una nueva era. Aunque el legado de los Apóstoles perduró, el Motu se convirtió en una fuerza accesible para todos, permitiendo que quienes demostraran ser dignos pudieran utilizarlo.
Sobrevivió a la muerte pero el verdadero peligro acaba de comenzar.
Todos en el reino enemigo deseaban verla muerta, su desaparición significaba el fin de una era... o eso creían.
En lugar de morir, fue enviada al distrito de jinetes, un lugar donde el peligro acecha en cada rincón, y donde su verdadera identidad debe permanecer oculta a toda costa.
Pero no está sola.
Entre traiciones, criaturas indomables y un destino que se cierne sobre ella se encuentra Rigel Heisenbergs: el jinete más letal del distrito.
Su misión es protegerla, pero su mayor deseo es verla destruida.
Cada mirada entre ellos es una batalla silenciosa. y cada paso que da la acerca más a una guerra que podría consumirlo todo.
Un beso, una profecía y una traición que cambiará el curso de la historia.