Ella es un desagradable escalofrío en el peor de mis días, y a pesar de todo ella no se marchará de mi lado, ella seguirá insistiéndome que todo estará bien hasta hastiarme. Ella es tan obstinada como el invierno, y tan amable como el sol, y no quemará ni congelará a nadie. Y casi todos los días me acompaña de camino a casa, fuera de su camino. Y cuando digo: «Ve con cuidado», lo digo de verdad porque Sóley tiene la mala suerte de tenerme como amigo, pero aun así sé que se quedará conmigo hasta el final y eso significa más de lo que pretendo decir.
Su auto es como un sauna hecho de humo de tabaco. Y durante ése trayecto nada es dicho al menos que sea necesario. Y si lo hacemos, charlamos de alguna u otra película pero cuando vemos una juntos estoy muy seguro de que yo la veré y ella se dormirá. Ella es una de esas chicas que verás que cuando estás hablando, ella presta atención y te preguntarás: ¿En serio alguien como ella está escuchando a alguien como yo? ¿Por qué escuchaba a alguien como yo? Porque de hecho, soy una mierda de amigo, y sé que soy horrible, ni siquiera puedo llorar por ello. Es cuestión de tiempo el llorar, normalmente esas cosas se hacen por alguien a quien uno estima mucho, me dijo y la miré a los ojos. Luego susurré: «Eres mi mejor amiga, te amaré hasta que uno de los dos muera». Y así sucedió.
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club nocturno, lugar donde conocerá a freen, una empresaria que luego de tener una discusión con su esposa decide ir al club para calmar su deseo.
Historia original
Freen es un personaje intersexual