Alaina entendía bien en qué posición estaba en el palacio; su madre se había encargado de repetírselo una y otra vez desde que era niña. Para el rey y la reina, ella no existía. Ella no era más que un peón más, o incluso inferior a eso, que debía permanecer en su sitio, haciendo las labores que le correspondían. Puede que por eso mismo tuviese la certeza de pasar desapercibida entre las paredes del palacio, en busca de algo que pudiese arruinar las vidas de aquellos que le habían quitado tanto como le habían dado. Lo que no se esperaba era que todos sus descubrimientos se impregnaran de la esencia de aquel que había observado sólo de lejos hasta el momento. El príncipe. Y que él mismo le hiciese ver a Alaina que nada era lo que parecía, que aquello que podía usar como arma de venganza, también podía acabar haciéndole daño a ella. ******** Avance disponible. *Todos los derechos reservados*All Rights Reserved
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