Irina Zmeya nació con la corona sobre su cabeza, siendo la primogénita de Velkan Zmeya, nació destinada a liderar en la cúspide de la mafia rusa. Entrenada desde los tres años para ser una arpía, una diosa, una serpiente. Entrenada para matar, no para amar. Cometiendo su primer asesinato a los seis años y su primera masacre a los diez. Tan letal, escurridiza y ágil como una serpiente. Pero cometió un error garrafal y ese fue amar, amar a su sangre, a su hermana y la persona en quien más confiaba. Oksana Zmeya, destinada a ser underboss de la Bratva y la sombra de Irina. Una traición que desató este caos y dio paso a esta Tentación Veneno sin brechas para el amor o la compasión. Ahora solo irá en busca del título, el poder y el respeto que le pertenece. «Porque de esta tentación nadie se salva y de este mundo nadie se va sin pagar».