𝐂𝐢𝐩𝐫𝐢𝐬

Como la única y más pura solución, yo quise saber que se sentía amarte. Mi alma se desplazaba en dulces reminiscencias tuyas, nunca podré olvidarte, ¿dime cómo olvidar lo ojos cielo más inocentes de todos en su estado más puro?

Pero cada vez estabas más lejos, aún si jurabas estar más cerca, cada vez más lejos donde la luna no mengua ni trasluce, en aquel lugar donde pueden terminar mis lágrimas.

¿Entonces no fui capaz de dar yo... el amor que tú me dabas? Cada día que pasé contigo vislumbré cada unos de tus pasos, el crecimiento que puede obtener una persona cuando verdaderamente se lo propone es impresionante, yo crecí como persona a tu lado.
Pero, ya no estás... todavía no sé como es que este corazón aún late.

No entendía porque te dolió que hubieran cortado mis alas, nunca fueron las de un ángel. ¿Pero qué pasaría si mi alma cansada busca refugio en tus labios anhelantes? No me cansa ser un errante, si todo lo que hice fue llorar mientras seguía adelante.

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