Harry y Draco empiezan a encontrarse por la noche, y al día siguiente se presentan a clases con los uniformes intercambiados. No un día o dos, más bien por una semana. Ambos parecían estar de acuerdo en que fuera un juego, pero los secretos de sus corazones no pensaban lo mismo y solo era cuestión de tiempo para que les ganaran ese juego que habían comenzado ingenuamente. Créditos de la imagen de la portada a quien corresponda.