-Eres reina de una isla que nisiquiera figura en el mapa. -Al menos soy reina de una isla más que tú, que tienes cero, PRINCIPE. Daemon solía discutir a menudo con aquella mujer debido a títulos, aunque no de mala manera. Extrañamente, era la única persona con la que el poder, casas y demostrar quién era pasaban a segundo plano. A ella no le interesaba su apellido, si era príncipe o carnicero... No, a ella solo le importaba molestarlo. Y a pesar de que en un inicio le resultaba molesto, Daemon llegó a disfrutar de esas interacciones más que nada en este mundo. Espero que les guste éste libro escrito a las apuradas, nos vemos en el prólogo.