En el momento en que mis ojos se posaron en los tuyos, olvidé por completo el arte de amarme. Tu mera presencia, con su simplicidad, transformó mi imperfecto mundo en uno perfecto. Pero, sin embargo, tú eres como veneno, un trago amargo que hipnotiza a todos los labios que toca. A pesar de haber sido apuñalado innumerables veces por ti, aún intenté comprenderte.
Cada persona que se cruza en nuestro camino lo hace por una razón, una especie de propósito que solo se revela con el tiempo.
Entonces, dime, ¿cuál es el tuyo? ¿Por qué te has presentado en mi camino y me has dejado tan herida y confundida?
Soy Luna, y esta es mi historia, una historia de amor y dolor, una historia de descubrimiento y crecimiento, una historia que solo puede ser escrita a medida que el tiempo sigue su inexorable curso