-Nada es real. Nada es real. Nada es real- repetía una y otra vez mientras me mecía en el piso y sentía como alguien me abrazaba. - ¿Que tienes? ¿Qué pasa? - se le escuchaba demasiado preocupado. -Nada es real! - lo repetí una vez más mirándolo. Mis ojos se empezaron a cristalizar, de nuevo el aire me empezó a faltar, la presión en el pecho era más fuerte y de nuevo quedo inconsciente. Cuando desperté esta vez no fue en su habitación. Olía a hospital, medicamentos, enfermedad y cuando me intenté mover... "Pero ¿qué?" Tenía una camisa de fuerza. -Theo - mire en dirección de aquella voz, la voz que me ha estado acompañando estos últimos meses y... -Te pusieron la camisa de fuerza porque mientras estabas inconsciente... heriste a dos enfermeras. - su voz era baja, pero se podía notar su preocupación. - ¿Dónde estoy? - digo aun forcejeando con la camisa de fuerza -En la casa Eichen - me detuve en seco al escucharlo _________________________________________ •Los personajes no me pertenecen •Se basa en el último año de preparatoria