Sugar baby por accidente (Introducción)

Mi mejor amiga me anotó para una de esas citas a ciega, si esas mismas donde la gente se va a un restaurate y por unos 30 minutos la gente se va rotando para conocerse.

Lo que no esperaba al llegar al sitio, era que los hombres nos doblaban la edad y que las mujeres estaban vestidas para impresionar mientras yo parecía algo desabrida con mi vestido negro.

Decidida a salir de ese restaurante, tropiezo con un hombre sexi y atractivo. Tan pronto sus ojos se encuentran con los míos, me invita un trago que termina en:

Una cena.
Un propuesta para un mes de prueba como sugar baby, que consiste en fingir que estamos en una relación.

Como madre soltera que vive de un sueldo que apenas alcanza para llegar a fin de mes, no resulta fácil rechazar el dinero adicional.

A ver, ¿qué puede salir mal?