Micaela, una joven de 21 años que apenas comenzaba a adaptarse a la vida de una adulta independiente aunque habían pasado unos años desde que tuvo que dejar el orfanato en el cual creció, tenía sueños en los que constantemente era llamada por una mujer que le pedía ayuda. Esta mujer lucía desesperada y más que ayuda parecía pedir justicia por la serie de eventos trágicos que la habían llevado hasta su muerte. Cuando Micaela decidió creer en que todo era real y ayudar a esta mujer, descubrió que la forma de hacerlo implicaba que su existencia sería borrada por completo al ser llevada a otra época y realidad diferente. Aún así, decidió hacerlo. -¿Dónde estoy? -Bienvenida, Micaela, lamento traerte a un mundo en el que puedes morir en cualquier momento. Por favor, haz tu mejor esfuerzo para cambiar mi destino, toma en consideración que cada decisión importante que tomes impactará la vida de los que te rodean, mi yo actual estará entre ellos. Te deseo buena suerte, adiós. La silueta de la mujer se desvaneció en la oscuridad de la noche y finalmente las nubes dejaron de impedir que la luz de la luna se colara por la ventana de la habitación de Micaela. Antes de caer dormida, unas últimas palabras fueron escuchadas por Micaela. «Me pregunto si lograrás salvarme o abandonarás el motivo por el que viniste aquí. Si este es tu punto de partida, ¿dónde terminarás?»