Per Secula Seculorum

"¿Pero quien reza por Satán? ¿Quién, en dieciocho siglos ha tenido la humanidad de rezar por el único pecador que más lo ha necesitado?"

Yo solo desperté, el suelo estaba congelado aunque este tuviera la apariencia de un gran trozo de carbón, observé a mi alrededor ¿Qué lugar es este? Esa pregunta no salía de mi cabeza, yo no era capaz de recordar nada, a medida que mis ojos observaban aquel trágico y lúgubre ambiente sentía un extraño y des-confortante hormigueo en mi cuerpo. Todo me dolía, sentía como si hubiera caído de una gran altura sin nadie o nada que me esperara en el descenso, observé mis manos aún acostada en el suelo... No eran mías, no eran mis uñas, simplemente no me pertenecían ¿Qué esta pasando? Me levanté con brusquedad para observar mis alas con desesperación y tan pronto lo hice estaban negras como las de un cuervo.

- Bienvenida, Mi Reina.

Desvíe mi perturbada mirada hacía el lugar proveniente de esa gruesa voz solo para encontrarme con un demonio.