No hay principio ni fin. Un simple diario que contiene trágicas alegrías y alegres tragedias. Profundos pensamientos que surgen a la mitad de la noche, cortando cualquier posibilidad de conciliar el sueño. Silenciosos pero intensos llantos que causan ese conocido nudo en la garganta y nos impiden hablar. Este diario no busca transmitir la tristeza y desgracia a otros, si no mostrar lo cruel que puede ser a veces el no obtener nuestra realidad soñada. El verdadero camino que hay que tomar en este falso mundo de fantasía y risas.