Tratando de aclarar la vista para poder ver a la espantosa criatura demoniaca, se acercó, lo cual era ridículo porque siempre pensó que los personajes de las películas eran estúpidos al tratar de enfrentarse a los seres malvados; aun así, ahí va él, con manos hechos puños para atacar, pero en su estado de neblina, vio hacia sus pies y se agachó lentamente. Con manos temblorosas tocó levemente la tela que cubría la canasta, levantó la tela y sus ojos se abrieron gigantes.
Ventanitas verdes con pupilas enormes, una boca chillona, una nariz del tamaño de una pequeña frutilla, pequeñas tenazas apretándose por la rabia desconocida, pies que aún no aprenden a movilizarse, un pequeño cuerpo rechoncho de piel blanca...
-¿Qué...? Hola, tú... emm, entra conmigo, hace frio acá afuera- Frank trató de hablar. Agarró la canasta por el mango y lo levantó del suelo, procurando y teniendo mucho cuidado en no caerse con aquello en brazos, eso, eso haría la situación aún más jodida de lo que ya está.
Una historia donde Gerard y Frank son padres en la época de revenge. No son banda, pero es en esa época. La historia se centra mucho más en Frank que en Gerard, pero el romance y su paternidad va avanzando con el paso.
Harper Kavinsky siempre ha vivido a la sombra de su hermano mayor, Peter. A pesar d entender una buena relación de hermanos. Cuando su mejor amiga, Kitty Song Covey, la convence de acompañarla a Seúl para asistir a la prestigiosa escuela KISS, Harper no está preparada para lo que le espera. Una nueva ciudad, nuevas reglas... y un insoportable Min Ho que parece decidido a hacerle la vida imposible.
Pero entre choques culturales, amistades inesperadas y secretos que comienzan a revelarse, Harper descubrirá que Seúl puede ser más que un lugar extraño: puede ser el sitio donde finalmente encuentre su voz... y quizás algo más.