Tratando de aclarar la vista para poder ver a la espantosa criatura demoniaca, se acercó, lo cual era ridículo porque siempre pensó que los personajes de las películas eran estúpidos al tratar de enfrentarse a los seres malvados; aun así, ahí va él, con manos hechos puños para atacar, pero en su estado de neblina, vio hacia sus pies y se agachó lentamente. Con manos temblorosas tocó levemente la tela que cubría la canasta, levantó la tela y sus ojos se abrieron gigantes.
Ventanitas verdes con pupilas enormes, una boca chillona, una nariz del tamaño de una pequeña frutilla, pequeñas tenazas apretándose por la rabia desconocida, pies que aún no aprenden a movilizarse, un pequeño cuerpo rechoncho de piel blanca...
-¿Qué...? Hola, tú... emm, entra conmigo, hace frio acá afuera- Frank trató de hablar. Agarró la canasta por el mango y lo levantó del suelo, procurando y teniendo mucho cuidado en no caerse con aquello en brazos, eso, eso haría la situación aún más jodida de lo que ya está.
Una historia donde Gerard y Frank son padres en la época de revenge. No son banda, pero es en esa época. La historia se centra mucho más en Frank que en Gerard, pero el romance y su paternidad va avanzando con el paso.
Luke, un niño de 13 años amante de todo tipo de novelas, series y mangas, muere y reencarna en el mundo de Wednesday con poderes psíquicos por encima de la media.
Mientras se sumerge en el mundo de los marginados y los monstruos, descubrirá que no es tan simple como parece. Luke en su nueva vida es descendiente del famoso escritor Edgar Allan Poe y debe lidiar con un viejo rencor familiar.