No somos los mismos con el pasar de los años, todo cambia... Nosotros también, la vida es de eso, de cambios, nunca estamos preparados para ellos, bueno, llegan sin previo aviso. Un día estamos disfrutando, mañana quizás no.
Este año, el otoño se sintió mucho más frío, pero esta vez fue triste y vacío. La vida me cambió, la desgracia no solo tocó mi puerta, arrasó con ella. ¿Cómo pude soportar todo lo que pasó?, Sinceramente, no lo sé, pero un día alguien me dijo: "Ya vendrán tiempos mejores", ese día entendí tantas cosas, pero sobretodo logré ver lo fuerte que era, solo necesitaba esas palabras de aliento que hacía mucho, no escuchaba.
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#PremiosGirasol
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Para Park Sung-hoon, el matrimonio es solo un trámite necesario para asegurar su herencia y mantener el control de la empresa familiar. Para Loa, es una salvación inesperada cuando está al borde de perderlo todo.
Un contrato, seis reglas estrictas y un acuerdo sin emociones de por medio... o al menos, eso creen.
Loa y Sung-hoon no podrían ser más diferentes: ella, una artista soñadora con un pasado lleno de cicatrices; él, un heredero frío y calculador que solo ve el amor como una distracción innecesaria. Pero a medida que la convivencia se vuelve inevitable y las líneas entre el deber y el deseo comienzan a difuminarse, ambos descubrirán que el mayor problema no será fingir ser una pareja perfecta, sino evitar que los sentimientos reales destruyan el trato que los une.
Porque en este juego de conveniencia, el amor nunca fue parte del contrato... ¿o sí?