-Alguien parece que no sabe cuando rendirse. -No eres algo por lo que rendirme. -alza la comisura de su boca en una sonrisa canalla y aún así hermosa. -Casi puedo sentir en mi boca el dulzor que me producirá tenerte, consumirte pedazo a pedazo. -Nunca te dejaré hacer eso. -Me lo rogarás, bruja.