La aventurera e incorformista Amelia Queen no podía creer que James Stewart quisiera casarse con su tradicional y sosa prometida. Aunque Anne es una gatita perfecta, Amelia pensaba que el sexy y atractivo James necesitaba una tigresa... alguien como ella, por ejemplo. Amelia había recorrido el mundo con su cámara y sus pantalones caqui, pero de repente se sorprendió a sí misma pensando en perfumes y tacones altos... y todo para tratar de conquistar a James.