La vida no es fácil, de alguna u otra forma todos en algún momento tenemos que sufrir y créanme que yo si sé de sufrimiento. En pocas palabras a los diez años decidí mudarme con mi abuela ya que no soportaba la violencia que había entre mis padres, al ellos divorciarse preferí seguir viviendo con ella antes que con alguno de ellos. al cumplir dieciséis mi abuela muere dejando un enorme vacío en mi corazón, al no tener otra alternativa me mudo con mis dos hermanas y el novio de la mayor. Al inicial el año de clases llega una maestra nueva la cual será la encargada de mi salón. La maestra siempre nos vivía hablando de sus hijos pero sobre todo de un en específico: Israel. Al pasar los días veo a Israel en los recreos y por mi mente siempre pasaba: «Es lindo, pero es muy chiquito » ya que soy un año más grande que el. Hasta que un día eso cambio y deje verlo con los mismos ojos... Mientras yo escribía cartas para el, él escribía algo que le gustaba llamar "Canciones para ella"
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